Mientras afuera un relámpago hace sonar la alarma de un auto, adentro, el almanaque nos avisa que faltan tan solo 2 meses para que se vaya el año en que nada ocurrió...
Enumerar la serie de motivos seria largo y aburrido, solo voy a detenerme en uno de los temas que me arrastran más de cerca, la clausura de boliches.
Mientras la recientemente conformada Cámara Argentina de Pubs, Bares y Afines de Entretenimiento Nocturno (CAPBAEN) espera a que se reconozca la actividad “Pub” o “Bar Nocturno” en el código de habilitaciones y permisos, evitando de esa manera la clausura salvaje de los mismos que viene padeciendo Buenos Aires los últimos 5 años (aunque el año pasado fue donde mas se sintió) atrás y ridícula quedó la idea de “nueva Praga”, que pregonaban algunos medios extranjeros refiriéndose a la capital argentina años atrás, poco a poco la cantidad de propuestas existentes a lo largo de la semana se fueron diluyendo, como un eco de resaca, dejando afuera la posibilidad del necesario recambio.
Son muy pocos los beneficiados en esto (culturalmente hablando), y si muchos beneficiados (estratégicamente hablando).Detrás del mensaje demagógico de seguridad parecería esconderse la intención de blanquear un monopolio que venia agazapado hace tiempo, la noche.
Bailar y dejar bailar
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totalmente, se mezclaron las cosas, se ridiculizo todo por cuestiones de imagen politica, creo que se podria hacer una marcha con la gente que trabaja en lugares pequeños juntar fuerzas de todos lados, al final los que terminan ganando son las discos mainstream que poco tienen para ofrecer a nivel cultural.
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